Nada sabía sobre este dique, en verdad poco sabía sobre el lado oculto del recorrido, el eje principal está dado por la RN79, los pueblitos al O de la serranía son poco o nada conocidos. Pero como la vida te dá sorpresas, El Portezuelo resultó ser el complemento perfecto para las aguas azules y naranjas que habían coloreado mi paleta de pintor, un profundo verde entre esmeralda y estancado se presentaba sin pudores ante mis ojos incrédulos de tanta policromía indebida, y a esta altura de los acontecimientos me maldecía preguntándome cuantos diques y embalses había dejado pasar por obvios, total son todos similares, error, error, horror.
Aromas a yuyos sanadores, una escalera que baja hacia un túnel que se me torna infranqueable y una paz sustanciosa, paz de silencios entre aromas y colores. Pasada la media mañana y el incierto final cada vez estaba más proximo, Tama, Tama, como resolver Tama empezaba a rondar en mi cabeza, desplazando hacia un costadito las hermosas sensaciones que Portezuelo, sin estridencia alguna me había deparado
Mi portezuelo <3
ResponderEliminarHermoso lugar, hace años que lo visito y siempre encuentro algo nuevo en su paisaje.
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