El camino entre Uyuni y Tupiza atraviesa desiertos, montañas rojizas, alturas imposibles por caminos imposibles, pueblitos, estaciones ferroviarias abandonadas, Atocha y sus misterios, un par de capillas de aquellas y la verdadera Poronga, el orgullo de los sureños, todos ellos fotografiados por éste viajero.
Pués bién y donde están las fotografías...
Tiradas en el piso junto al desconocido Viaducto del Saladillo en el Tucumán. What!!!, sí, nunca me había pasado el hecho que se me trabe un rollo, el penúltimo rollo que me quedaba se trabó y rompió al rebobinarlo, resultado, el camino que atraviesa desiertos, montañas, pueblitos, estaciones, capillitas y porongas, más las mejores tomas del Saladillo, yacen ahora enterradas en el monte que recubre al desconocido Saladillo en el Tucumán. Habrá que volver entonces, ahora hay motivo suficiente.
Quizás la aventura bloggera Bolivia prosiga enganchando este viaje con otros tres por caminos del Potosí, Oruro y La Paz hasta la mismísima Copacabana en el límite con el Perú, el resto del País está en diapositivas, producto de mi primer viaje allá por 1983, siglo pasado digamos.
Gracias a quienes siguen el blog, gracias Patricia por tales palabras, espero seguir en el camino.
Pués bién y donde están las fotografías...
Tiradas en el piso junto al desconocido Viaducto del Saladillo en el Tucumán. What!!!, sí, nunca me había pasado el hecho que se me trabe un rollo, el penúltimo rollo que me quedaba se trabó y rompió al rebobinarlo, resultado, el camino que atraviesa desiertos, montañas, pueblitos, estaciones, capillitas y porongas, más las mejores tomas del Saladillo, yacen ahora enterradas en el monte que recubre al desconocido Saladillo en el Tucumán. Habrá que volver entonces, ahora hay motivo suficiente.
Quizás la aventura bloggera Bolivia prosiga enganchando este viaje con otros tres por caminos del Potosí, Oruro y La Paz hasta la mismísima Copacabana en el límite con el Perú, el resto del País está en diapositivas, producto de mi primer viaje allá por 1983, siglo pasado digamos.
Gracias a quienes siguen el blog, gracias Patricia por tales palabras, espero seguir en el camino.
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